Miedos y fobias en los niños
Todos los seres humanos conviven con distintos miedos, reales o irreales, fundados o no. Temer es un comportamiento normal del hombre, salvo cuando los miedos perduran y se convierten en fobias, momento en el cual es necesario ayuda profesional para superarlos. Por lo tanto, los miedos en la infancia son un punto a tener muy en cuenta en la actualidad, en medio de la vorágine de un mundo moderno que no se detiene ante nada.
Los miedos infantiles son un llamado de atención para los padres, aunque en muchas ocasiones los miedos mas frecuentes en los niños no van más allá que el temor a los truenos, a las pesadillas o a las tormentas. Pero siempre deben ser un punto a tener en cuenta para que el proceso de crecimiento de su hijo sea natural, sano y feliz.
Los miedos son respuestas adaptativas que permiten al niño desarrollar las destrezas suficientes como para hacer frente a situaciones peligrosas, por lo que los expertos consideran que son instintivos, universales y no se aprenden en forma previa.
Los miedos infantiles pueden comenzar a manifestarse ya en la etapa de bebé, siendo por lo general a los ruidos fuertes y luego a los extraños. Pero no siempre interfieren negativamente en el desarrollo. Los miedos mas comunes en los niños suelen ser transitorios y se relacionan estrechamente con la edad.
Muchas veces, los miedos dejan enseñanzas positivas, como por ejemplo a cruzar la calle cuando la luz del semáforo no lo habilita; vale decir que ese miedo ayuda a que el niño sea precavido en una situación de peligro. También la consabida frase “no hables con extraños” puede inculcar cierto temor en los pequeños y podría ser contraproducente, provocando que se asusten ante cualquier persona que no conozcan. Por eso, el lenguaje al explicarle este tipo de cuestiones debe ser claro y preciso.
Otros de los miedos comunes en los niños tienen que ver con los cambios, sobre todo al comenzar el año en un colegio nuevo o iniciar actividades desconocidas. Nuevamente es preciso que los padres acompañen a sus hijos y les brinden explicaciones claras respecto a cada nueva situación que se presente. Asimismo, es fundamental no burlarse ni ridiculizar al niño, pues eso le puede acarrear males mayores y hasta convertir sus miedos en verdaderas fobias.
La fobia aparece cuando el miedo deja de ser transitorio, vale decir cuando el miedo es persistente y genera sufrimiento. Las fobias mas comunes aparecen, por ejemplo, cuando en un hogar se le exige al niño tener excelentes calificaciones o está pasando por una situación dolorosa como el divorcio de sus padres o el fallecimiento de un pariente cercano.
Para combatir las fobias es fundamental consultar a un sicólogo o siquiatra, pues muchas veces con tratamientos breves se logra una excelente evolución.
En todos los casos, como padre usted debe tener claro que el diálogo con su hijo es fundamental para que los miedos infantiles no pasen de ser simplemente eso, y puedan en cierta forma contribuir a la formación de una personalidad equilibrada, con una base firme para llegar a la adolescencia sin traumas de ningún tipo.