Botox y sus mitos
El Botox es el tratamiento contra las líneas de expresión o arrugas del que más se habla, desde los estratos glamorosos de Hollywood hasta en la «tienda de la esquina».
Sin embargo, de boca en boca la verdad se deforma y hay una serie de mitos y verdades que debes tomar en cuenta antes de decidir aplicarte Botox:
Mito 1: El Botox es un químico
No. Botox es una marca registrada y el producto consiste en la Toxina Botulínica Tipo A, de origen biológico. Es la más estudiada a nivel mundial en el ámbito de las indicaciones cosméticas. Esta toxina es única, patentada y registrada, por lo que es importante exigirle al médico que te muestre lo que va a aplicarte.
Mito 2: El Botox paraliza la cara y le resta expresión.
En las dosis adecuadas, administrado por un profesional y en los puntos correctos, el Botox refresca el rostro y lo hace ver natural. Su efecto consiste en relajar el músculo de forma temporal para reducir las líneas de expresión, no en “paralizarlo”.
Mito 3: Una vez que se deja el Botox el rostro queda peor que antes.
En realidad, el Botox previene las arrugas. Al relajar el músculo de manera temporal, impide la profundización de las líneas de expresión existentes y la formación de nuevas. En todo caso, una vez que se deja de aplicar el Botox, la piel regresa a su estado original, no empeora.
Mito 4: Botox inflama los labios.
El Botox no se aplica en esta parte del rostro, ni “rellena” tampoco esta área. Quienes presentan deformaciones en los labios son aquellas personas que se han aplicado silicona, acido hialuronico u otros productos permanentes que no acompañan al proceso de envejecimiento y producen exceso de volumen. Una misma persona puede haberse sometido a este tratamiento y, además, haber optado por el Botox, lo que conduce a confusión.
Mito 5: Hay cremas Botox
El Botox actúa a nivel muscular, mientras que una crema se aplica de forma superficial. Una vez más, el Botox es un producto patentado y no una sustancia que puede aplicarse de forma tópica o sin la supervisión de un especialista.
Mito 6: El Botox genera adicción
El producto en sí mismo no genera adicción, pero si las personas se encuentran obsesionadas con su apariencia y abusan de él, entonces sí puede tener consecuencias negativas.
Es importante dejar pasar al menos tres meses entre aplicación y aplicación, para no desarrollar anticuerpos.
Mito 7: Como no es un procedimiento invasivo, cualquier médico lo puede aplicar.
Esto es falso y un aspecto muy importante. El Botox sí es invasivo, aunque de forma mínima, por lo que debe ser alguien certificado quien lo aplique. No es una inyección común y corriente.
Al igual que en todos los procedimientos estéticos de corte médico, es importante que te informes, compares, exijas calidad y te asesores con un especialista en la salud antes de someterte a cualquier tratamiento. La estética, y en especial los tratamientos que giran en torno a ella, suelen despertar mitos y confusiones, ante lo cual tienes dos herramientas para lucir como tú quieres en realidad: la información adecuada y tu médico autorizado.