Bacteria asesina en Francia

Lo ha relatado el diario El Mundo: Una nueva especie de bacteria ambiental parece estar detrás de la muerte de tres recién nacidos en un hospital de Francia. Según ha anunciado el Instituto Pasteur, la muerte de los tres pequeños, a principios de diciembre, podría estar relacionada con un tipo de enterobacteria «nunca antes descrita y que no tiene ni siquiera nombre».

Los fallecimientos de los recién nacidos se produjeron a principios de diciembre en el hospital de Chambéry -al noreste del país- y el Ministerio de Sanidad ya ha ordenado la suspensión de las actividades de los laboratorios Marette que habría fabricado los alimentos parenterales para bebés que estarían detrás del suceso.

El caso ha conmocionado al país vecino y el Instituto Pasteur trabaja desde hace semanas en la búsqueda del posible agente infeccioso que causó la muerte de los tres lactantes. Todos ellos habían sido alimentados por la misma fórmula especializada fabricada por el pequeño laboratorio galo Marette. La Fiscalía de Marsella ya ha abierto una investigación por un posible delito de homicidio involuntario.

Según han explicado las autoridades en una rueda de prensa, seis de los 10 botes analizados estaban contaminados por el mismo germen, «difícil de identificar», pero es que además tres de esos seis se encontraban cerrados. Como ha reconocido la ministra de Sanidad, Marisol Touraine, por ahora se desconoce cómo se pudo producir esa contaminación.

Un cuarto niño se salvó

Los bebés, Chloé, Théo y Milie, estaban ingresados en la planta de Neonatología del Hospital de Chambéry (situado en los Alpes franceses), como informa la prensa gala. Sus fallecimientos se produjeron con pocas horas de diferencia los días 6, 7 y 12 de diciembre. Un cuarto neonato con idénticos síntomas pudo ser salvado in extremis pocos días antes de Navidad.

Fue la coincidencia de los fallecimientos lo que hizo sospechar a los especialistas que la causa podía estar en la fórmula alimenticia que se administra por vía intravenosa a los bebés prematuros o con alguna patología ingresados en neonatos. Estos productos contienen todos los compuestos nutricionales necesarios para el desarrollo de estos pequeños mientras permanecen en la incubadora y su aparato digestivo no está aún preparado para recibir leche materna ni de fórmula.

En 2009, el fallecimiento de otro prematuro en la UCI conmocionó a España, aunque en aquella ocasión el problema no fue una contaminación bacteriana sino un fallo humano. Ryan, el hijo de la primera víctima por la gripe A en España, falleció en el hospital Gregorio Marañón de Madrid al recibir por vía intravenosa un tipo de leche preparada para ser administrada por vía digestiva.